Plantar césped en nuestro jardín nos aporta muchas ventajas ornamentales y ambientales

El Césped en un jardín nos aporta una sensación de naturaleza, frescor y tranquilidad muy grande. Implantar césped en un jardín es muy recomendable, a pesar que se tener muy claro que variedad se adapta mejor en cada caso. Podemos distinguir dos clases de césped: los tradicionales menos olerantes a la sequedad y con un mantenimiento más exigente (tipo C3) y variedades mucho más tolerantes a la sequedad y con menos exigencias de mantenimiento (tipo C4). Estas variedades tipo C4 presentan una gran adaptación a nuestro clima y su aspecto es igual que la mayoría de céspedes tipo C3.

Plantar césped en nuestro jardín nos puede aportar muchas ventajas ornamentales pero también ambientales. Por ejemplo, el césped es una gran superficie absorbente de polvo ya que equivale a tener una área de 3 a 6 veces más grande que un suelo con pavimento o sin nada, una superficie de césped también no permite mantener en un día de verano la temperatura de 8 a 10ºC inferior a una superficie asfaltada, 250 m² de césped consumen el CO2 y producen el oxígeno para una familia de 4 miembros, 10.00 m² de césped capturan alrededor de 2.000 kg de CO2 al año, que amortiguan el ruido ambiental o que es un gran filtrante del agua del terreno ayudando a purificarla y evitar la erosión.

Preparar un buen plan de ejecución y buenas prácticas del césped nos ayudará a reducir el mantenimiento y el consumo de agua.

El césped es un elemento vivo que cada día del año se comporta diferente y, por lo tanto, necesita un buen conocimiento profesional para poder estar en bunas condiciones, por lo que es necesario, durante la implantación de una superficie de césped, preparar un plan de ejecución y buenas practicas teniendo en cuenta todos los parámetros que garanticen tenerla libre de malas hierbas, un buen nivel de nutrientes, buen estado sanitario y fisiológico y un buen estado ornamental. También es importante preparar este plan par evitar un consumo excesivo de agua.